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¡Los premios en Lloret Negre 2025!

Núria Cabutí, Premio de Honor Lloret Negre 2025

Sábado, 6 de septiembre, Llegamos a Lloret de Mar para asistir a la entrega de premios Lloret Negre 2025, así como a diferentes tertulias literarias sobre temas de actualidad. Iniciamos la jornada en el Casal de l’Obrera con la mesa redonda “Sombras y secretos. La tinta del espía y del detective”, dedicada al espionaje y el funcionamiento de los servicios de inteligencia en el siglo XXI. Participaron Emilio Diez (Soma), Fernando Martínez Laínez (Top Secret), Gabriel Monte Vado (En la boca del león) y José Luis Caballero (Los peces solo flotan muertos), que actuó como moderador.

Emilio Diez, Fernando Martínez Laínez, Gabriel Monte Vado y José Luis Caballero.

Fernando Martínez Laínez y José Luis Caballero son miembros del Club Le Carré, constituido por autores de novelas de espionaje y servicios secretos. Ambos coinciden en que “la regla fundamental para escribir una novela de espías es el realismo, el espionaje ha de formar parte fundamental de la intriga. La crítica social, imprescindible en la novela negra, no es estrictamente necesaria en una novela de espías. Este tipo de historias exigen un esfuerzo de documentación ingente por parte del autor y eso implica, según Martínez Laínez que “hay pocas novelas de espías que pueden considerarse buenas. Uno de los mejores autores fue John Le Carré, pero jugaba con ventaja al haber trabajado en los servicios de inteligencia británicos durante la Guerra Fría”. Por su parte, Gabriel Monte Vado, con veinticinco años de experiencia en unidades de inteligencia y seguridad en nuestro país, aclaró que la misión de un analista de inteligencia es resumir en un informe la “información en bruto” que ha recopilado sobre un determinado tema, para hacerla llegar a quien se la haya encargado y facilitar la toma de decisiones. A eso se le llama “separar el grano de la paja”, explicó. En esta apasionante charla también aprendimos que, aunque todos los países cuentan con sus servicios de inteligencia, no todos son iguales. El Mossad, la agencia de inteligencia de Israel, una de las mejores del mundo, cuenta con un departamento, Kidon, que se encarga de secuestrar y asesinar a presuntos terroristas. “Esto no está permitido en los servicios europeos”, aclaró Monte Vado. “Todo es muy complicado, hay que ser muy escéptico y no creerse casi nada de lo que nos cuentan”, reafirmó Martínez Laínez. Lo sorprendente “es que las series de espionaje que hemos intentado hacer en nuestro país no han tenido mucho éxito”, reveló Emilio Diez, guionista de series tan populares como “La Casa de Papel”, “El internado” o “Víctor Ros”. Diez ha publicado recientemente su primera novela “Soma”, donde indaga “en la soledad y en la facilidad con la que somos manipulados”.

Manuel Avilés, Arantza Portabales, Ulises Bértolo y Luis Estragués.

Si Emilio Diez ha escrito Soma con el propósito de explorar una nueva vertiente profesional, ¿Qué impulsa a otros creadores a sumergirse en la aventura de escribir ficción? De sus motivaciones nos hablaron Manuel Avilés (Los confesores reales, 357 Magnum), Ulises Bértolo (Exitus) y Arantza Portabales (Asesinato en la casa rosa) en la mesa de tertulia literaria “Autopsia del crimen: del expediente a la novela negra”, moderados por Luis Estragués (Caso Furia). “Empecé a escribir porque necesitaba hacer algo para mí, aunque nunca pensé que acabaría siendo escritora”, confesó Arantza Portabales, que comenzó a escribir en 2013 en el género del microrrelato y se estrenó en la novela con “Sobreviviendo” publicada en lengua gallega en 2015 y en castellano con Lumen en 2022. Ulises Bértolo es abogado y sitúa sus primeros pinitos literarios en Tenerife, mientras esperaba que llegara el autobús para ir a jugar a futbol. “Pasábamos mucho tiempo esperando y yo me entretenía leyendo comics de “El hombre enmascarado y otros, y, más tarde, escribiéndolos”, confesó.  Manuel Avilés fue director del centro penitenciario de Nanclares de la Oca y empezó a escribir “por los etarras, porque una de las soluciones cuando estás agitado es escribir”. Empezó con ensayos y, tras jubilarse, se lanzó a escribir ficción. “Esto (la jubilación) es lo mejor que he hecho en la vida, que es muy corta y hay que disfrutarla”, declaró. Su última novela, 357 Magnum toma el título de un revolver especialmente diseñado para la autodefensa. Tras el éxito de La Dama del Norte, que cuenta la historia de una mujer que llegó a ser reina de la industria criminal del narcotráfico, Ulises Bértolo publica Exitus, una historia de venganza ambientada en las calles de Madrid e inspirada en el dogmatismo y la corrupción, “incluyendo la familiar”, matizó. Arantza Portabales considera que “las personas somos grises, ni totalmente buenas, ni totalmente malas. Me gusta analizar cómo somos en mis novelas” explicó. Portabales obtuvo un gran éxito con la serie de novelas negras protagonizada por los inspectores Abad y Barroso (Belleza roja, La vida secreta de Úrsula Bas y El hombre que mató a Antía Morgade), pero ha decidido iniciar una nueva serie con Asesinato en la casa rosa, que traslada la acción a Loeiro. “No puedes escribir pensando en lo que quiere el lector, sino en lo que quieres escribir tú. Si escribes lo que otros esperan, no escribes tu mejor novela”, concluyó.

Angelique Pfitzner, comisaria de Lloret Negre, presenta «Los muertos también hablan» con Narcís Bardalet, Tura Soler y Jordi Grau.

Si alguien puede entender el lenguaje que hablan los muertos este es, sin duda, el doctor Narcís Bardalet, médico forense y pediatra con más de diez mil autopsias en su haber. No es la primera vez que asistimos a una charla de Bardalet, pero no deja de fascinarnos el amor que transmite por la vida a través de su intensa relación con la muerte. En esta ocasión, Narcís Bardalet estuvo acompañado por los periodistas de sucesos Tura Soler y Jordi Grau, coautores de Sense càstig: Deu crims impunes, quienes recordaron que los muertos hablan, pero depende de la pericia de quién les interroga. Tura Soler recordó el caso de “la noia de Port-Bou” identificada al fin como Evi Rauter, tras más de tres décadas en el anonimato, y planteó otro misterio sobre un cadáver sin nombre con unas diapositivas que mostraban a un hombre joven hallado muerto ahogado siete años atrás en Cala Boadella (Lloret de Mar). Por las imágenes que se mostraron, Narcís Bardalet opinó que podía tratarse de un suicidio, aunque el joven llevaba atado a su cuerpo un arnés lleno de piedras (inequívoco signo de violencia). “Veo el suicidio como un acto ambivalente: valiente frente a la muerte, pero cobarde frente a la vida”, declaró. Muchas e interesantes anécdotas contó el doctor Narcís Bardalet, también conocido como “el confidente de la muerte” durante esta apasionante charla. Si deseáis saber más sobre sus reflexiones sobre la vida y la muerte a través de los casos que jalonan su larga trayectoria como forense os recomendamos “Rigor Mortis. Els casos del forense Narcís Bardalet”, recopilados por Tura Soler, autora, asimismo de El pantà maleït / A orillas del pantano, una investigación periodística exhaustiva sobre el crimen de una pareja de veinteañeros, cuyos cadáveres fueron encontrados en el pantano de Susqueda el 26 de septiembre de 2017 tras un mes desaparecidos.

Ulises Bértolo entrega el Premio mejor novela negra en castellano a Benito Olmo por «Tinta y fuego«

Tras esta fascinante exposición, llegó el esperado momento de la entrega de premios: el Premio de Honor Lloret Negre 2025, los premios a la mejor novela de género negro en castellano y en catalán publicadas en 2024, y los premios al mejor relato inédito categoría adulto y categoría juvenil. El Premio de Honor fue para la empresaria catalana, Núria Cabutí, actualmente CEO del grupo editorial Penguin Random House, por su contribución en favor de la lectura, “que ayuda a entender mejor a los demás”. Benito Olmo fue el autor galardonado con el Premio a la mejor novela de género negro en castellano, por Tinta y fuego, elegida entre tres finalistas (Purasangre, de Noelia Lorenzo Pino; La hora del lobo, de Toni Hill y la citada Tinta y fuego, de Benito Olmo). El Premio a la mejor novela de género negro en catalán fue otorgado ex aequo a la escritora andorrana Ludmilla Lacueva por Vots de sang y a Oriol Canals por No dormiràs. Jaume Arasa, autor de Calaixos mal tancats obtuvo el segundo premio.

Finalistas al premio mejor relato inédito categoría adultos con Arantza Portabales: Javier Luque, Kira Montero, Eduardo Oller, Marcos Tarre y Rafa Saiz.

En cuanto a los Premios Lloret Negre 2025 al mejor relato inédito categoría adultos, el primer premio fue para Marcos Tarre por su relato “Las casualidades no existen”, seguido de “Reflejo”, de Eduardo Oller, “Un día u otro”, de Javier Luque, “Ojos verdes”, de Rafael Saiz y “El asesino fantasma”, de Kira Montero. Y para finalizar esta memorable jornada, llegaron los premios en categoría juvenil: primer premio para Xiangyi Wang por su relato “Estrellas en el cielo”, segundo premio para Carlos Serrano por “Lo que brilla en la noche” y tercer premio para Guillem Balaguer por “Corte frío”. ¡Enhorabuena a todos y a continuar escribiendo!

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